WASHINGTON — Donald Trump, presidente electo, visitó la Casa Blanca por primera vez desde su derrota en las elecciones, marcando un gesto inusual hacia una transición pacífica del poder. Durante la reunión con el presidente Joe Biden, ambos líderes intercambiaron breves palabras frente a las cámaras, destacando la importancia de una transferencia de mando fluida.
Biden inició el diálogo expresando su intención de garantizar una transición ordenada, a lo que Trump respondió reconociendo la dureza de la política, pero agradeciendo el esfuerzo del mandatario saliente. "De nada", replicó Biden, cerrando el intercambio. Ninguno de los dos atendió preguntas de los periodistas presentes.
En contraste con este gesto, en 2020 Trump no facilitó una reunión similar con Biden tras negarse a aceptar los resultados de aquellas elecciones. Por su parte, Kamala Harris, actual vicepresidenta, reconoció su derrota electoral la semana pasada, destacando la importancia de avanzar con respeto hacia el proceso democrático.
Durante su visita, Trump fue recibido por la primera dama Jill Biden, quien entregó una carta personal de felicitación destinada a Melania Trump. Este gesto, según fuentes oficiales, buscó simbolizar el apoyo al equipo de transición. No obstante, aún persisten dudas sobre la participación del vicepresidente electo JD Vance en futuros encuentros, dado que hasta el martes no había recibido comunicaciones directas por parte de Harris.
Trump ha permanecido en Florida desde las elecciones, rodeado de aliados mientras organiza su gabinete con figuras clave leales a su administración. En su regreso a Washington, celebró el éxito electoral de su partido, que aseguró el control del Senado y, posiblemente, de la Cámara de Representantes. Durante una reunión con legisladores republicanos, destacó los logros obtenidos, subrayando el impacto histórico de las recientes elecciones.
Entre los nombramientos anunciados para su próximo equipo en la Casa Blanca se encuentran Dan Scavino, Stephen Miller, James Blair y Taylor Budowich, quienes ocuparán roles estratégicos en la administración entrante.
Esta visita se produce en un contexto en el que las transiciones presidenciales han estado marcadas por gestos de cortesía institucional. En 2016, Barack Obama invitó a Trump a una reunión en la Oficina Oval dos días después de las elecciones. Sin embargo, en 2020, Trump optó por no extender la misma invitación a Biden, lo que dificultó la transferencia de recursos e información entre ambas administraciones.
Biden ha reiterado la importancia de respetar la voluntad del pueblo y la esencia democrática del país. "No se puede amar al país solo cuando se gana", expresó recientemente. Su postura busca resaltar el compromiso con la unidad nacional, independientemente del resultado electoral.