La historia de las “Amazonas” de Quisqueya, vinculada a la isla Matininó, ha capturado la imaginación a lo largo de los siglos. Cuando Cristóbal Colón llegó a la isla que llamó Hispaniola, los taínos le relataron sobre un lugar misterioso habitado únicamente por mujeres guerreras. Esta fascinante narración se convirtió en una leyenda que buscó atrapar la atención de exploradores y navegantes.
Según los relatos, las mujeres en Matininó eran guerreras que solo se unían a hombres para procrear. En su segundo viaje, Colón se propuso encontrar esta isla llena de mujeres, supuestamente hallándola en sus travesías. En la isla, los taínos vivían en armonía con la naturaleza, aprendiendo a pescar y cultivar sin depender de los hombres.
La leyenda de Matininó resuena especialmente con los marineros que, tras meses en alta mar, soñaban con un paraíso habitado por mujeres solteras. Colón, al narrar sus descubrimientos, equiparó a estas guerreras con las amazonas de la mitología griega, enfatizando su independencia y destreza en combate. Sin embargo, su relato contenía elementos exagerados, con el fin de atraer más atención hacia el Nuevo Mundo.
En sus exploraciones, Colón afirmó haber encontrado una tribu compuesta principalmente por mujeres, que algunos creen que podría corresponder a la actual Martinica. La conexión entre ambas islas se mantiene incierta, y aunque los relatos de Colón a menudo eran cuestionables, su interés en la mitología taína llevó a la preservación de estas historias.
El fraile Ramón Pané, contratado por Colón para documentar las leyendas taínas, mencionó la historia de Matininó en su obra, destacando la importancia de las mujeres en la sociedad taína. Algunos investigadores interpretan la narración como un símbolo de la organización social y espiritual de los taínos. Así, la figura del demiurgo Guayona, quien lleva a las mujeres a la isla, podría representar un desafío al orden patriarcal, mostrando el poder y la autonomía femenina.
El relato también ha sido interpretado de diversas maneras. Algunos sugieren que representa una ruptura de los lazos matrilineales, mientras que otros ven a Guayona como un guía que busca corregir desequilibrios sociales. Esta historia no sólo captura la esencia de la cultura taína, sino que también refleja una lucha por la igualdad y el reconocimiento del valor de las mujeres en una sociedad dominada por hombres.
La leyenda de Matininó, aunque tal vez más un mito que una realidad, sigue siendo un recordatorio de la capacidad humana para soñar con mundos diferentes. La búsqueda de esta isla de mujeres guerreras continúa fascinando a historiadores y exploradores, revelando los anhelos y aspiraciones de una época. Aunque la existencia de Matininó como tal no ha sido confirmada, su legado perdura en el folclore caribeño, ofreciendo una ventana a la riqueza cultural y las creencias de los taínos.