Noticias País, California – Luego de 434 días en órbita, la nave espacial X-37B, un vehículo de prueba ultrasecreto desarrollado por Boeing para la Fuerza Espacial de EE. UU., ha regresado con éxito a la Tierra.
El aterrizaje tuvo lugar ayer, 7 de marzo, en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, marcando el cierre de su séptima misión en el espacio y consolidando su papel como una de las plataformas más avanzadas en la exploración orbital.
El X-37B ha captado la atención mundial no solo por su diseño y operación altamente clasificada, sino también por su capacidad para realizar misiones prolongadas sin necesidad de intervención humana directa.
Desde su primer lanzamiento en 2010, este vehículo autónomo ha pasado un acumulado de más de 4,000 días en el espacio, desarrollando experimentos cruciales para la evolución de las tecnologías aeroespaciales y la defensa estratégica de Estados Unidos.
En esta última misión, la nave llevó a cabo pruebas y experimentos de maniobra con el objetivo de caracterizar mejor el dominio espacial, mejorar su capacidad operativa y evaluar innovaciones tecnológicas clave.
Uno de los hitos más relevantes de esta misión fue la ejecución de la maniobra de frenado aerodinámico, una técnica que permite a la nave modificar su órbita utilizando la resistencia atmosférica en lugar de depender exclusivamente de propulsión química. Según explicó la Fuerza Espacial de EE. UU., este procedimiento tiene un impacto significativo en la eficiencia del combustible y representa un avance crucial en la planificación de futuras misiones orbitales de larga duración.
An X-37B onboard camera, used to ensure the health and safety of the vehicle, captures an image of Earth while conducting experiments in HEO in 2024.The X-37B executed a series of first-of-kind maneuvers, called aerobraking, to safely change its orbit using minimal fuel. pic.twitter.com/ccisgl493P
— United States Space Force (@SpaceForceDoD) February 21, 2025
El Jefe de Operaciones Espaciales, General Chance Saltzman, destacó la importancia de esta misión, calificándola como una demostración del compromiso de la Fuerza Espacial con el desarrollo de nuevas estrategias operacionales en el espacio. "La Misión 7 abrió nuevos caminos al demostrar la capacidad del X-37B para lograr de manera flexible sus objetivos de prueba y experimentación en todos los regímenes orbitales", afirmó en un comunicado.
Además, resaltó la exitosa ejecución de la maniobra de frenado aerodinámico como una muestra de los esfuerzos continuos para mejorar la eficiencia de las operaciones espaciales.
En un comunicado previo al aterrizaje, el Secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, también subrayó la importancia de esta maniobra, afirmando que la serie de maniobras realizadas representa un avance significativo en la capacidad de Estados Unidos para operar de manera segura y responsable en el espacio. "La novedosa y eficiente serie de maniobras demuestra el compromiso de la Fuerza Espacial de lograr una innovación revolucionaria mientras lleva a cabo misiones de seguridad nacional en el espacio", expresó.
Como parte de la documentación de la misión, la Fuerza Espacial de EE. UU. compartió el mes pasado una imagen capturada desde la nave en Órbita Altamente Elíptica (HEO), donde se aprecia una vista detallada del planeta desde una altitud poco común para este tipo de operaciones. Esta publicación, además de generar gran interés en la comunidad científica, refleja el nivel de sofisticación de los sistemas a bordo del X-37B, que permiten la recopilación de datos y el monitoreo del entorno espacial con una precisión sin precedentes.
A lo largo de sus siete misiones, el X-37B ha demostrado ser una herramienta valiosa para la exploración y la innovación aeroespacial. Su capacidad de operación prolongada sin tripulación, sumada a su avanzada tecnología de maniobra y experimentación, lo convierten en un activo estratégico para el futuro de las operaciones espaciales. Aunque muchos detalles de sus misiones permanecen clasificados, su contribución al desarrollo de nuevas tecnologías orbitales y su impacto en la seguridad nacional siguen siendo evidentes.
Con el exitoso retorno de esta misión, la Fuerza Espacial de EE. UU. reafirma su intención de seguir impulsando avances tecnológicos en el espacio, posicionándose como un actor clave en la exploración orbital y la seguridad espacial. Se espera que futuras misiones del X-37B continúen explorando nuevas capacidades y aplicaciones estratégicas, consolidando su papel en la evolución del panorama aeroespacial moderno.
