NOTICIAS PAIS, EE.UU.-El gobierno de Donald Trump ha iniciado una serie de despidos masivos en la Administración Federal de Aviación (FAA), afectando a cientos de empleados en medio de un creciente clima de incertidumbre dentro del sector de la aviación.
Los despidos se producen a tan solo unas semanas del trágico accidente entre un avión de pasajeros y un helicóptero militar en las cercanías del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, y la administración no ha dejado de generar controversia por esta decisión en un momento tan crítico.

En un giro inesperado, los empleados en período de prueba fueron notificados por correo electrónico el viernes, informándoles de su despido.
Según David Spero, presidente del sindicato de Especialistas en Seguridad de Aviación Profesional, los mensajes fueron enviados desde una dirección de correo electrónico no oficial de Microsoft, con un mensaje que contenía la frase "orden ejecutiva", generando confusión y alarmando a los trabajadores afectados.
Los despidos se producen en un momento en que la FAA ya enfrentaba una escasez significativa de controladores de tráfico aéreo, lo que generaba preocupaciones sobre el riesgo para la seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos.
Funcionarios federales han señalado que el sistema de control de tráfico aéreo está al límite de su capacidad, algo que se ha intensificado en los últimos meses con una serie de incidentes cercanos entre aviones en distintos puntos del país.
Además de la escasez de personal, las razones mencionadas por el gobierno incluyen salarios no competitivos, turnos largos y requisitos de capacitación intensiva, que han dificultado la retención de trabajadores en la FAA.
Spero destacó que la decisión de proceder con estos despidos pone aún más presión sobre los empleados existentes, quienes ya están luchando por mantener el funcionamiento del sistema aéreo en condiciones normales.
El despido de los empleados de la FAA también ha suscitado reacciones por otros incidentes. Un ejemplo notable fue el de Charles Spitzer-Stadtlander, un trabajador de la FAA que insinuó que su despido pudo haber estado relacionado con sus críticas a Tesla y la red social X, ambas compañías propiedad de Elon Musk.

Según Spitzer-Stadtlander, su despido ocurrió tras recibir mensajes de acoso en Facebook, lo que sugiere que la relación con DOGE, la nueva organización gubernamental dirigida por Musk, podría estar detrás de su salida.
El caso de Spitzer-Stadtlander agrega una capa de controversia a los despidos, ya que el empleado afirmaba que su puesto, que se centraba en la seguridad nacional, debería haber estado exento de los recortes.
No obstante, según su testimonio, cuando DOGE le notificó su despido, apagaron su computadora y borraron sus archivos sin previo aviso, lo que aumentó aún más la sensación de arbitrariedad.
Esta medida tomada por el gobierno de Trump afecta a la FAA en un momento crucial, especialmente después de los recientes accidentes aéreos.
A pesar de la situación, la administración no ha hecho comentarios adicionales sobre cómo afectará esta decisión al sistema de tráfico aéreo del país, ni si habrá nuevas estrategias para abordar la escasez de personal.
La noticia de los despidos ha generado una ola de críticas tanto dentro como fuera de la FAA, con funcionarios preocupados por las implicaciones a largo plazo en la seguridad aérea y la eficacia del gobierno federal.
Mientras tanto, el presidente de la FAA, junto a su equipo, sigue enfrentando la presión de mantener el control y asegurar el funcionamiento del sistema nacional de espacio aéreo ante un escenario que parece cada vez más incierto.